Sueño Profundo.

Pedro es un trabajador de Pemex, un día de verano, decidió ir al mar a disipar el espíritu y se hizo acompañar por su familia y sus buenos vecinos y llegó a la playa de Miramar. Pedro llegó a la orilla del mar una de esas alegres tardes del mes de julio Su familia y amigos aventaron sus cosas sobre las sillas de una palapa y corrieron presurosos para chapotear en las cálidas aguas, mientras que Pedro tomaba asiento en una silla de playa, para disfrutar del panorama marino.

Todos se veían muy contentos. Los adolescentes comenzaron a jugar en el agua con una pelota, otros con algunos inflables, pero todos perdieron de vista a Pedro. Él se acomodó en su asiento y destapando una botella de esa bebida amarga de la que acostumbraba tomar, comenzó a disiparse ante la ficticia alegría del alcohol y entre trago y trago se fue relajando mientras su mirada se perdía en el fondo en que a la distancia, se puede distinguir la bruma y Las Escolleras.

Repentinamente vio en esa dirección una luz verdosa, se puso de pie y comenzó a caminar hacia ella como si ésta lo llamara o lo estuviese atrayendo, hasta que sin darse cuenta se fue alejando poco a poco del grupo. Luego de un centenar de metros, la luz se acrecentó a tal grado que cubrió el panorama que contemplaba Pedro. Su gente seguía jugando sin percibir que Pedro se alejaba del lugar. Sólo él estaba fascinado por la visión.

Pedro se detuvo repentinamente, mientras la luz se intensificó un poco más y de en medio de ella salieron dos personajes, con vestiduras de un brillo plateado y con unos cascos o gorras un poco extrañas. Algo nunca visto por Pedro. El personaje de la derecha extendió su brazo hacia Pedro, que estaba casi petrificado por la sorpresa de ese inusitado encuentro.

Sin saber cómo, Pedro se dejó llevar por aquellos seres que le preguntaron por su nombre. Antes de responder a la pregunta, Pedro sorprendido, pregunto: -¿Hablan mi idioma? El interlocutor respondió: -tenemos un decodificador que nos sirve para comunicarnos con los humanos. Fue entonces que Pedro notó que aquellos seres traían una especie de aparato sofisticado, que a manera de micrófono inalámbrico, les permitía comunicarse con él.

Pedro les dio su nombre mientras subía las escalinatas de lo que parecía una nave o platillo volador, como aquellos que había visto en las revistas. Cuando entraron a la nave, Pedro notó que ésta se dividía en tres círculos, que iban de afuera hacia el interior. El círculo que daba al exterior tenía un pasillo de aproximadamente tres metros cuadrados y dos puertas laterales, que comunicaban a ciertos recintos que Pedro no logró identificar.

Luego seguía un círculo que estaba franqueado por dos puertas semejantes a las anteriores. Pedro preguntó sobre aquellos compartimientos y sus nuevos amigos le dijeron que el primer círculo era una especie de bodega y que el segundo círculo aglutinaba cuartos de usos múltiples, como se les denominaría en la Tierra.

Cuando llegaron al final del pasillo entraron al círculo interior, en donde estaban los mandos e instrumentos de navegación. En medio de aquella sala se encontraba una especie de mesa circular que brillaba con cierta intensidad, y que por ello la sala no requería de otro tipo de iluminación. Pedro preguntó qué era ese aparato. Se le dijo que era el centro de energía; que la nave estaba construida con un metal que en español se llamaría metalium y que utilizaba un combustible que se llamaría plotulium.

El comandante le dio la bienvenida al visitante y los personajes dieron sus nombres. Galaxnec era el nombre del comandante. Elionex, era el segundo de a bordo y el que le había extendido a Pedro el brazo para que los acompañara; mientras que Nextorium, era el acompañante de Eliomnex, tercer maestro y encargado de los instrumentos de navegación. Cuatro seres más estaban frente a los controles de la nave y de ellos nada supo Pedro, sólo se le informó que eran algo así como militares aéreos.

Sobre las cabezas de todos había una pantalla circular, en donde se podía observar todo el exterior y permitía navegar sin dificultades de visión. Los instrumentos se parecían algo así como a los digitales que se construyen en la Tierra. y los indicadores de presión y velocidad, no eran muy distintos a los que el hombre ha creado. -La presión se mide como nubelium, -dijo el comandante a Pedro- -y la velocidad al doble de la luz se mide como Dinarium.

El comandante manipuló ciertos botones y palancas para que la nave despegara a alta velocidad; pero en el interior no se sintió por la presión energeluim, que dominaba al interior de la nave y que permite alcanzar grandes velocidades sin que los ocupantes lo resientan. Pedro preguntó por la ubicación de la base que tenía la nave en esa parte del espacio. Los seres extraterrestres le dijeron: ¿Quieres saber si es cierto que tenemos nuestra base enfrente de las escolleras, como dicen entre tu gente?, preguntó Eliomnex: -sólo te podemos decir que no andan tan errados en esas suposiciones.

El viaje provocó un estado anímico en Pedro… de placer, alegría y fuerza, que nunca mortal alguno ha podido experimentar en la vida terrestre. Pedro hubiera querido seguir disfrutando de ese viaje, pero repentinamente sintió sobre su rostro un fuerte golpe; su vista se nubló, y cuando abrió de nuevo los ojos, su vecino le gritó: -Qué buena borrachera agarró compadre, estaba hablando y hasta cantando dormido.

Pedro se enderezó desconcertado, miró a su alrededor y todo parecía normal, creyendo que aquella experiencia era producto de su borrachera, se puso de pie y se dirigió a su auto para empezar a guardar las cosas; mientras que con suavidad, una nave se deslizaba entre la cortina de árboles que separan a la playa del caserío que está cerca de Miramar.

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