Homenaje al Líder Caído
Aarón Catalán de León
En el correr de esta dulce vida unos vamos y otros vienen; a unos el mundo olvida a otros madura, todo lo tienen. Así es la vida como un gran crucero que junta a las gentes de ambos caminos, y a quienes enseña por meta un lucero, y a quienes prepara diversos destinos. Así he conocido del mundo su gente, Que vive y trabaja y su vida mejora, Que enfrenta la vida con fuerza valiente, Y el triunfo le llega cual hermosa aurora.
Las penas las gentes ya las han olvidado. El líder triunfo y eso es lo que importa. Las penas de ayer ya se han olvidado. Las quejas de un líder nadie las soporta. Aun cuando ayer el mundo inconciente. Hubiese olvidado a su líder valiente. Ahora lo alaban y lo vitorean, Para el ese algo no tiene sentido, Sonríe a la gente rumbo a su retiro, Así como líderes que he conocido.
Nace un líder más, el mundo prosigue, se aferra a su fe con que todo consigue, todo le es hermoso, los planes lo inundan, los sueños abundan, se dice a sí mismo, viviendo y soñando
Mañana estaremos con todos luchando, unidos iremos y aun venceremos, creo en mi Dios y creo en la vida y en la lucha que enfrento y en la gente que quiero y aun no me olvida.
Los días avanzan y el líder lo siente; la vida se escapa y él lo resiente, las cosas no son como ayer las soñamos; las fuerzas se agotan y aun no acabamos, la gente no quiere por nada luchar, la vida de un líder están por frustrar. La vida se escurre y los años de gloria, el triunfo, lo elude, mas cree en la victoria. Un día, cansado, el triunfo lo encuentra, lo haya sentado, mas éste lo alienta, lo anima, lo empuja a tomar la aljaba. Le dice: Adelante, el día no acaba. Se anima y no duda, él puede triunfar, la vida no acaba, tiempo es de luchar.
La vida sonríe, la gloria lo llama, su alma se aviva, la gente lo aclama. El triunfo llegó, el sueño dorado, el mundo lo ve, él todo lo ha dado. Su Dios le sonríe, él ya ha triunfado, la muerte lo llama, él ya está preparado.
La nube se acerca, su tiempo acabó; hoy va al hogar al que Dios lo llamó, y así dulcemente se dice sonriente: Ya todo acabó, y se enfrenta valiente. Su dulce recuerdo la gente lo tiene, su causa prosigue ya no la defiende, él ya ha partido y su pueblo lo siente la muerte de un líder se hizo presente.
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