
Claves para el Éxito
Aarón Catalán de León
José hijo de Jacob tenía 11 hermanos, poseía una gran capacidad para interpretar sueños y muchas otras cualidades que lo identificaban como un joven ejemplar. También era un joven lleno de ideas, de planes y proyectos en su vida, como cualquier otro; mas para llegar a realizar sus sueños, tenía que vencer un sinfín de obstáculos. José no estaba solo, Dios estaba con él (Génesis 37:47).
Primera clave:
José no consintió el pecado:
El relato bíblico nos dice que José informaba a su padre de la mala fama de sus hermanos. No es fácil declarar lo malo, pero hay que hacerlo. La Biblia dice que no debemos encubrir sino, al contrario, declarar, primero lo que hay en nosotros y ayudar a otros a intentarlo, llamando al pecado por su nombre. Dios habló a Natán y lo envió a David declarándole su pecado.
Segunda clave:
José no cedió a la tentación:
José era un joven muy activo y atractivo; la mujer de Potifar puso sus ojos en él y le dijo: "Duerme conmigo", él dijo "no", pero ella insistía y le dijo otra vez, pero él siguió firme en su decisión. Así sucedía todos los días hasta que un día ella quiso atraparlo y él salió huyendo.
Quiero decirte que no era José quien buscaba ocasión para encontrarse con la esposa de su amo. No había en él ese deseo, sencillamente dijo: "No puedo yo hacer este mal y pecar contra mi Dios". No por temor a los sirvientes o a Potifar, no era tanto por su relación con los hombres, sino con Dios, por eso él dijo un no a tiempo.
Tercera clave:
José no guardó rencor en su corazón:
El bien hubiese tomado venganza ante los que le hicieron mal, no vendiéndole alimentos en el tiempo de la escasez a sus hermanos, quienes lo habían vendido; ni siquiera les cobró el costo de los alimentos. Eso es prueba de que Dios habitaba en la vida de José, en su corazón, y cuando El vive en abundancia no puede haber rencor, ni deseos de venganza, sólo deseo de perdonar y olvidar.
Cuarta clave:
No rechazó los planes para su vida:
José no estaba viendo solamente el presente sino un futuro de éxito, y Dios se lo había declarado; en ningún momento se lamentó de su situación. Imaginemos las cosas que pasaban por su mente, cuando estaba en el fondo del pozo, cuando era vendido, o cuando se encontraba en la cárcel víctima de una calumnia. No le oímos decir: "Señor, mira en qué situación me encuentro por ti, esta es la recompensa que me ofreciste, si es así yo mejor me retiro". José sabía que después de la tormenta vendría la calma, y que el Señor le estaba preparando para cosas grandes.
Quinta clave:
Administró bien lo que se le confió:
En José pudieron ver que era un joven digno de confianza, por lo cual Potifar le dio las llaves de su casa y el carcelero las de la cárcel, y por si fuera poco, el mismo Faraón lo nombró como el administrador de los alimentos que vendía durante los años de escasez. La Biblia nos dice que Dios prosperaba todos los bienes de Potifar en su casa. Y en el campo no se registra pérdida humana durante la sequía, por la buena administración de un gran hombre con Dios en su vida.
Sexta clave:
Fue siempre un líder:
Como hijo, como esclavo, como preso, se esforzó por ser siempre el mejor, fue el que ganó un lugar para su familia en Egipto. Es de imaginarse que tenía a otros sirvientes a su disposición para realizar sus labores en la casa de su amo. Era José quien salía por las mañanas todos los días para ver cómo estaban sus compañeros presos, y cuando los veía en apuros o con algún problema, les ofrecía ayuda. También distribuyó y almacenó todo tipo de alimentos para salvar a toda una nación. Fue un líder dispuesto a servir y aconsejar a Faraón, interpretarle su sueño, y a no manchar su vida ante la tentación de la mujer provocativa.
Estas son algunas claves que José nos da para que podamos escalar las montañas más altas de nuestra vida. Estando siempre dispuestos a permanecer limpios de pecado, sin solaparlo ni coquetear con él. José no solamente dijo no, sino que huyó del pecado. Esta es la recomendación del Apóstol Pablo a Timoteo y a nosotros: "Huye también de las pasiones juveniles" (2 Timoteo 2:22).
No debemos olvidar que el perfecto amor no solamente echa fuera el temor, sino también el rencor, las enemistades y todo destello de odio que exista en el corazón.
La Palabra de Dios nos dice que los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien, lo que debemos saber es que Dios nos va a usar, pero para eso tiene que preparamos antes. Como sabes, José llegó a ser gobernador en el tiempo en que Dios quiso, no antes ni después, como también espera que administremos sabiamente todo lo que ha puesto en nuestras manos. Practiquemos las claves que José nos enseña. Si lo hacemos, creo firmemente que Dios nos llevará siempre hacia el éxito. .
Tu amigo, Aarón
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