¿Qué es la Iglesia?

¿Qué es la Iglesia?
Aarón Catalán de León

Si nos lanzáramos a realizar una encuesta a nivel general con esta pregunta, de mayor a menor cantidad encontraríamos las siguientes respuestas:

1.- La gran mayoría nos diría que la iglesia es un local o es­tablecimiento, que cumple un propósito, el de ser punto de reunión, de un grupo de personas que profesan una fe o religión.

2.- Una menor cantidad de personas iría mas allá en-su respuesta, diciendo que la iglesia es un grupo de gentes que se reúnen con una misma fe y credo que los identifica de entre otros grupos sociales.

3.- Pero el grupo menor nos diría: La iglesia, de la palabra griega "eclessia" o asamblea, es una comunidad de redimidos, por la aceptación consciente de la salvación inmerecida que, por la fe, ofrece "el cordero de Dios, que' quita el pecado del mundo" (Juan 1:29).


El señor llama a su iglesia

Cuando el Señor se presenta y llama a los hombres, lo hace, con el propósito de cambiar sus vidas de las tinieblas a la luz, y así integrarlas a una comunidad, bajo el abrigo de su amor y cuidados, manteniendo así el calor de ésta.

No es la aceptación en una agrupación religiosa lo que produce esto, sino el poder de la sangre derramada en la cruz del Calvario por nuestro Señor Jesucristo. El mismo apóstol Pedro lo reconoce en el pasaje de Hechos 10:34-48: "¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?" (Versículo 47). Puedo agregar sin forzar el sentido de las palabras de1.apóstol: ¿Puede alguno impedir la entrada a la membresía de la iglesia a quien ha sido aceptado por el Salvador en su cuerpo?

El nos escogió con un propósito: "Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serIe un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra" (Deuteronomio 7:6).

Cumpliendo con el Señor así, reflejamos al mundo la conducta que es distintiva de Dios, la Santidad, que el mundo no solo necesita oír, también necesita verIa reflejada y objetivamente distinguirla entre la bondad que el hombre practica en su vida diaria.

Como iglesia, fuimos escogidos también para ejercer el sacerdocio (Apocalipsis 1:6 y 1 Pedro 2:9) ministrando en el mundo para honra y gloria del Señor. Y nos dio una comisión. La Iglesia es una comunidad de redimidos, que se mueven continuamente en su misión por alcanzar a quienes viven en pecado y rescatarlos del mal. Al cumplir con ello, se produce en nuestro interior una satisfacción personal de haber hecho algo de valor en la vida, y el Espíritu de Dios ensancha el gozo en toda la iglesia. "Por tanto, Id, y haced discípulos (Mateo 28:19).

La presencia de Dios en la iglesia

La Iglesia nació del Señor y en El, gran misterio que encontramos en la Biblia: "Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por' la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros ' (Juan 17:20-21).

La presencia del Señor está con la Iglesia y en la iglesia, es decir; mora entre la grey y en cada corazón. "¿No sabéis que sois templo de Dios'; y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?" (1 Corintios 3:16).

El Señor entra en calidad-de dueño en cada creyente y no como muchos que claman pidiendo su presencia, como el invitado especial a una reunión. Un invitado no puede disponer de lo que existe en la morada donde ha sido recibido, mucho menos darle órdenes a los que radican ahí, por lo que el Señor dice: "Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo" (Efesios 5:23-24). Como varones, somos muy dados a recalcar la segunda parte del versículo 24, quiera el Señor, que recalquemos la primera con mayor devoción y énfasis en nuestras iglesias, así como en cada persona.

La comunión de la iglesia

Esta se da en una doble relación, entre creyente y creyente y entre éstos y el Señor, como grupo social, comunidad redimida y cuerpo de Cristo. La iglesia no puede existir como lo que es si existen divisiones en ella, y no sólo por incompatibilidad de caracteres, sino por diferencias administrativas, en las cuales algunos renuncian a seguir con sus cargos y liderazgos por ellas. Si en la iglesia hay evidencias de la redención del Señor, ¡adelante, porque es el cuerpo de Cristo! y nuestro compromiso es con la obra de El.

En esta comunión existen elementos que añoran todos los sedientos, amor, gozo, paz, que el culto provee al corazón del que asiste, en el calor de la presencia de Dios, "Donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad" (2 Corintios 3:17). Escuchamos la voz del Señor a través de su Palabra expuesta, mensaje que al tocamos, nos invita a vivir en santidad.

Esta es la iglesia aquí encontramos respuesta a nuestras necesidades presentes, porque la presencia de Dios mora ahí y por consecuencia, ahí existe una iglesia.

No es todo grupo que se reúne con fines religiosos en un local; la iglesia del Dios fuerte, santo y verdadero se reúne en su nombre: "Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mateo 18:20). Y la única razón para no realizar un culto será que los que se reunieron lo hicieron en otro nombre, no en el del Señor.

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