Aarón Catalán de León
Si yo diera una definición de 'religión, estoy seguro que muchos tendrían otros puntos de vista, consecuencia de una formación sociocultural, y de las que nacerían diferencias de interpretación con matices económicos, políticos, sicológicos, filosóficos, entre otros más. En el diccionario la palabra se define como "virtud que mueve a dar a Dios el culto debido". Entre otras se nos dice también que es una "profesión y observancia de la doctrina religiosa". Pero ¿esto definirá realmente 10 que es religión? o ¿habrá algo más que añadir?
Recurriendo a la Biblia para replantear el tema, encuentro algo que nos ayuda a entender mejor el concepto de religión. De acuerdo con Génesis 1:26, encontramos que "dijo Dios hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza", de 10 que no es difícil intuir, que fuimos creados santos y perfectos, en cuanto a nuestra humanidad, que saboreamos 10 que era esto, pero que se vio afectado por el pecado adámico, perdiendo 10 que nos identificaba mucho más que ahora con nuestro Creador, y por lo que clama nuestro interior, razón por la cual somos idealistas y exigentes.
Perdimos las características que nos acercaban a nuestro Dios sin barreras y empeoró nuestro peregrinar divagante por la vida y por la tierra, pero persiste latente, aun cuando parece imperceptible, la inclinación hacia lo perfecto, y esto se manifiesta cuando se trata de elegir o tomar decisiones, así como el de formamos un criterio o juicio, tales como los siguientes casos: Cuando un joven o señorita posan sus ojos en otra persona con fines románticos, por lo general tienden a idealizar a la persona y la relación, buscando virtudes que a veces rayan en lo perfecto, por lo que luego muchos terminan una relación, pues esperaban "algo más". En sí, no aceptan a la persona en su totalidad, sino que más bien la miden con la regla del perfeccionismo.
Cuando un joven tarda en elegir a una pareja, es porque muchas veces está esperando un ideal, por lo que persiste la soltería. En lo político muchos esperan gobiernos y sistemas ideológicos perfectos, en las sociedades igualmente, así como síntomas económicos, jurídicos o religiosos, etc., reafirmando con esto que el hombre busca perfección, como una característica de todo aquello que le pueda beneficiar, servir o ser de su agrado, pero no en cuanto a la exigencia de sí mismo, debido a su estado caído, su naturaleza corrompida, por lo que la búsqueda se distorsiona, hacia los demás, pero no hacia sí mismo.
A través de la ciencia el hombre busca también elementos que le brinden una vida mejor, excelente en salud, comodidad en trabajos pesados o tediosos, rapidez en lo laborioso, mejores medios de comunicación y cosas que le den comodidad a su vida hogareña, creándole ambiente agradable, reconfortante y en todo esto su inclinación hacia lo perfecto es notorio.
Lo mismo sucede cuando el hombre trata de adoptar ciertos tipos y modelos de religión, busca y demanda desde lo más profundo de su ser, aquella perfección perdida con lo que fue creado, exigiéndola en todo aquel que se une a su fe, decepcionándose de todo aquel que no cumple con los principios religiosos, sintiéndose defraudado y muchas veces renegando de ello, caminando por la vida con amarguras, resentimientos y decepciones.
Ahora podemos entender mejor por qué muchos seres humanos hacen de la política, el dinero, la ciencia, la filosofía, etc., su propia religión. El Señor Jesús para esto apareció, para deshacer las obras del diablo, (1 Juan 3:8), y si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros, (1 Juan 3:12). En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, Dios es amor; y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios en él. El perfecto amor echa fuera el temor, de donde el que teme, no ha sido perfeccionado.
Por la obra redentora del Señor Jesús, somos limpiados de todo pecado y por su Espíritu Santo recibimos el fuego purificador que nos lleva a la perfección (1 Pedro 3:15-16; Mateo 5:48). Eso es verdaderamente religión, lo que no se contradice con el libro de Santiago 1:26-27, sino que queda reafirmado: "Religión es la búsqueda de la perfección que un día perdimos y que sólo podemos encontrar en la gracia y misericordia del Señor".
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